26 de noviembre de 2011

Tu cielo.

Aquí nos encontramos, 
en éste camino, 
en ésta tierra y en éste cielo.
Aquí nada se oculta,
aquí todo se sabe.
Te escribo,
aun no sé si me lees,
pero me hace bien leerme.
Entre tantas cosas,
recordarte es lo
que mejor me pasa, 
es lo que mejor me sucede.

─Hola ¿Cómo va todo?─ 
le pregunto al cielo.
No se escucha nada,
pero se siente alivio.

De niño,
aprendí mucho contigo, 
desde como
amarrar mis trenzas,
hasta no dar nada perdido.
De hombre
 no cambian mucho las cosas;
hablando se entiende la gente;
luchando se habla, tranquilo.

Eres parte del cielo
que miro todos los días,
todas las noches.
Eres parte del rostro
que imagino en cada luna,
en cada sol.
Eres parte de muchas vidas
que contigo son felices.
Soy parte de una tierra
que te observa a diario
en tu hogar,
nuestras memorias
 nuestros corazones.

Tu cielo.

Alaisa...