4 de marzo de 2016

Una y treinta y cuatro para poder

Si pudiera dormir
soñaría contigo
Si pudiera soñar
me escribiría sobre ti
Si pudiera respirar 
sólo sería tu aire
Y si pudiera luchar 
sería hasta el fin

—¿Podría sólo vivir a tu lado
sin preocuparme algún día
de morir justo aquí?—

Si pudiera mirar 
cerraría los ojos
para verme esta vida
envejecer junto a ti.

Cotidiano amigo II

Un viejo amigo
me decía:
Cuando el curioso
tiene la osadía de
mirarse con los ojos
que no le pertenecen,
el corazón tiene
un alto precio que pagar;
porque hasta las miradas
más hermosas se encuentran
llenas de las dudas
más letales.

—No se preocupe usted por eso, seis vidas más tengo yo para pagarle— contesté yo.