Tiempo lento,
nunca te preguntaron
por qué tan deprisa,
a dónde te vas,
en dónde te quedas,
y si estás siempre
por qué nos faltas
incluso cuando sobras.
Tiempo perfecto,
si eres de Dios
qué haces aquí,
mostrándote en pantallitas
día y noche, y más aún,
cernido y dichoso
en aquellas comillas
de la boca.
Tiempo al tiempo,
qué serás y cuánto nos necesitamos,
de lo peor y lo mejor
bien sé que eres capaz,
y también sé que caminas
repartiendo dimes y diretes,
y mentiras, y verdades.
¡Eh tiempo ajeno!
bailarías un chachacha
con este tiempo mío
tan tosco y dedicado,
este tiempo impaciente
que te espera y
que desea coincidir
una y mil veces
con una y mil
de tus complicidades.
Tiempo ciudadano,
tiempo de trincheras,
tiempo presente,
tiempo futuro,
tiempo en los semáforos,
tiempo de gigantes,
o aquél tiempo del alba
que tanto me gusta.
¡Hay tiempo! ¡Ay tiempo!
eres uno y un millón
y viceversa mientras hayas
y mientras nos hallas.
Cómo le digo
y cómo te digo
que la amo sobre ti
y sobre todos los tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario