9 de abril de 2017

El amor y la ciencia

Hay quien estudia el amor
como una ciencia,
dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis.
Los he visto,
llenándose los bolsillos,
recetando curas
a lo que nunca fue
ni será una enfermedad.

No se comprende todo,
no para todo hay preguntas,
no para todo hay respuestas;
lo que es del amor
le pertenece:
defectos,
virtudes,
luchas,
bondad.

He conocido el amor como
valiente,
sufrido,
luchador,
soñador,
mujer,
niño.
Nunca genérico.

Ahora,
donde termina
la ciencia,
comienza el amor.
Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis;
después de eso 
comienzas tú.

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