Que las miradas
no se equivoquen
cuando me miren;
no es lo mío
el libertinaje machista:
sólo soy un hombre.
No ahogo mis penas
en alcohol,
ni al amor
en mujeres.
No arrojo
mi idiosincrasia
al barranco
del machismo.
¡No, gracias!
Ya lo he dicho,
sólo soy un hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario