que se haga de noche,
que siga lloviendo,
o esas manos que
tanto te gustan; y la
hora de ir al trabajo,
redactar tus actas,
mostrar tu sonrisa,
las cosquillas en el cuello
o las dudas mentales.
Acaso esperarás el café,
o el beso en la frente,
el abrigo al dormir,
la vida en los labios,
el Dios te bendiga;
será la tranquilidad,
la confianza ciega ó
estarás esperando
que caiga nieve
en los desiertos.
Que esperarás.
Si no tardas mucho
te espero toda la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario