Sospecho que es
un acto recíproco,
creo empedernidamente
que no sólo nosotros,
sino que el mundo también
nos tiene esa fe
y que nos ha llegado
a creer porque fuimos
y aún somos verdades
inexorables, intransigentes
y aun palpables; y eso
lo notan en las calles,
en los caminos;
las miradas lo ven,
los oídos lo escuchan
y el amor lo celebra.
Estas son las cosas
del mundo y su fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario