25 de junio de 2017

Pensando en voz alta

En veinticinco años de vida he aprendido muchas cosas, pero he de reconocer que no son ni la mitad de aquellas que me faltan por aprender; he tomado oportunidades, tiempo y decisiones como tomar tequila (aunque muchas bien meditadas). He tenido buenos y malos días, he escrito con amor y con nostalgia, he hecho y dejado de hacer. Entre tantas cosas que he vivido, al final del día espero haber hecho siempre lo correcto, aunque sé que no siempre fue así a la primera; y es que por más que uno se diga que hizo lo que era correcto, si tu corazón no lo siente, para qué insistir. Si me voy a meter en problemas que sea escuchando al corazón, que para la ciencia ya existe la mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario